¿Por qué hay que hacer deporte?
En primer lugar, simplemente porque resulta agradable. Es una oportunidad para no pensar en nada más, volver a conectar con el cuerpo e, incluso, cuidar el cerebro, que también necesita oxigenarse. Es bueno para el corazón, si lo hacemos bien, y también para la circulación, para la espalda, etc. Al contrario de lo que se suele pensar, el deporte no siempre te hace adelgazar, sino que te ayuda a recuperar un equilibrio. Después de hacer deporte, eso sí, lo que comas no te hará engordar (¡siempre que no te pases!). Y, a veces, el deporte te ayuda también a eliminar esa galleta de más de la merienda.
¿Por dónde empiezas?
Si hace mucho que no practicas deporte, lo primero que tienes que hacer es ir al médico para que te hagan unos análisis y compruebes que no tienes ningún inconveniente. Es importante no forzar el corazón, o la espalda o los tobillos, sin saber que nuestro cuerpo lo va a poder soportar.
¿Cómo hacer deporte sin que sea un suplicio?
Puedes empezar con algunos ejercicios cotidianos, que encajen fácilmente en tu día a día normal. Esto es como hacer deporte, pero casi sin darte cuenta... No te esperes a que las escaleras mecánicas no funcionen para subir andando o anímate a ir caminando a todos los sitios que puedas. También puedes jugar al fútbol, al baloncesto, al balón prisionero, a pillar con los niños el fin de semana y puedes hacer contracciones de glúteos cuando estés de pie o incluso en la silla de la oficina. Poco a poco, te irás dando cuenta de que vas haciendo más músculo de lo que te imaginabas.
¿Y si lo que quieres es hacer una actividad deportiva más seria?
Si retomar el deporte te resulta verdaderamente difícil, tienes que empezar por elegir una actividad que te guste. Ese es el único criterio de verdad importante para que sea algo sostenible en el tiempo. No sirve de nada que te pongas a hacer footing si correr te aburre soberanamente o irte a nadar si tienes alergia al cloro. Bailar suele ser una buena alternativa, porque es algo lúdico y con la música hasta se te olvida que estás sudando. Para no dejarlo a las primeras de cambio, es importante no fijarse un objetivo demasiado ambicioso de inicio.
¿Por tu cuenta o en compañía?
Lo bueno de hacer deporte en compañía es que es más fácil ser constante porque hay otra persona implicada. Así que en compañía mucho mejor. Ahora bien, tendrás que quedar con alguien que tenga más o menos tu mismo nivel, no vayas a ponerte a jugar al tenis con una excampeona júnior porque así es muy fácil desmoralizarse... Desde esta perspectiva de disfrutar el deporte, si le añades el pasar algo de tiempo con amigos, ¡la motivación será completa!
