Belleza y Bienestar

Deporte en vacaciones

Cada verano surge el mismo buen propósito: aprovechar al máximo las vacaciones activándose y haciendo algo de deporte. Y a menudo, cuando llega septiembre, tenemos que enfrentarnos a los hechos: aparte de la corta distancia entre la toalla de baño y el mar, no ha habido ninguna actividad física de la que hablar. ¿Quizá porque los objetivos iniciales eran demasiado ambiciosos? Aquí tienes algunos consejos para que tus vacaciones sean deportivas sin que se conviertan en una tarea tan pesada que abandones al segundo día…

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Consejo 1 Ante todo, agende una cita con su médico antes de partir, para que pueda hacer un balance de sus capacidades físicas y acordar con él qué ejercicios debe o no hacer, en función de su edad, de los problemas de espalda que pueda tener, etc...
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Consejo 2 No te pongas metas inalcanzables. Si no eres deportista, no tienes por qué ponerte de repente a correr una hora todas las mañanas, a riesgo de dañarte las rodillas o de sobrecargar un cuerpo que no está acostumbrado a someterse a una prueba tan dura. Es mejor empezar suavemente e ir progresando día a día.
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Consejo 3 Elige el momento adecuado, a ser posible fuera de las horas de más calor. Es decir, entre las 12.00 y las 16.00 horas, olvídate del deporte y, de paso, del sol. Es hora de echarse una siesta a la sombra: tu piel te lo agradecerá más tarde. Las primeras horas de la mañana son ideales para correr, mientras que las últimas de la tarde lo son para hacer estiramientos, abdominales y otros ejercicios de musculación, que resultan aún más agradables cuando se está frente al mar.
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Consejo 4 Aprovecha los elementos. No hay nada mejor para el cuerpo que nadar, ya sea de espaldas o de frente. Tenga cuidado, ya que la braza, si se ejecuta mal, puede provocar dolores lumbares y cervicales. También en este caso, márcate distancias razonables para empezar, aunque sea aumentándolas día a día. Las aletas pequeñas de piscina son perfectas para nadar en el mar, ya que te permiten ir más rápido. Otro consejo es nadar en paralelo a la playa en lugar de mar adentro, ya que así es más fácil volver a tierra firme si te cansas.
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Consejo 5 Los deportes de pelota también son excelentes: raquetas de madera y pequeñas pelotas duras, raquetas de plástico y pelotas de espuma (sólo si no hace viento), juegos de pelota en el agua... Muy eficaces para fortalecer los brazos y los músculos de la parte superior del cuerpo, pero también para quemar calorías divirtiéndose. También en este caso se trata del secreto de la tenacidad: ¡un deporte que se convierte en una actividad de ocio tiene más probabilidades de practicarse!
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Consejo 6 Sobre la toalla, acuérdate de estirarte regularmente. Los estiramientos alargan suavemente los músculos. Ponte boca arriba, levanta las piernas unos centímetros del suelo, sin hundir la pelvis, y lleva las puntas de los pies hacia ti y luego hacia el mar. Repítelo unas veinte veces. ¿Tira? Es una buena señal.
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Consejo 7 Camina por la playa durante unos veinte minutos con el agua a media altura de la pantorrilla, estirando la pierna hacia delante y doblándola ligeramente. No sólo es agradable, también es estupendo para la circulación. La resistencia que ofrece el agua intensifica el ejercicio.
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Consejo 8 Si estás en grupo, ¡prueba el vóley playa! Es un deporte en el que persigues constantemente la pelota y trabajas los músculos profundos de las piernas y los glúteos. Además, los repetidos saltos y lanzamientos del balón tonifican los brazos, los pectorales, los abdominales y la espalda.
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Consejo 9 ¡Cómprate una cometa! Al contrario de lo que puedas pensar, volar una cometa hace que los brazos y los músculos abdominales se ejerciten muchísimo, sobre todo con vientos fuertes. Las piernas también se ejercitan, sobre todo cuando no hay mucho viento: hay que correr para despegar la cometa del suelo, especialmente hacia atrás, lo que tonifica los músculos de la cadena posterior.
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Consejo 10 La Faja? Es la última moda en fitness y un ejercicio que se presta a la posición de la toalla. En posicion boca abajo, con los codos y los antebrazos apoyados en el suelo, las piernas bien juntas y la cabeza bien alineada, levanta ligeramente el cuerpo apoyándote en los antebrazos y las puntas de los pies. Hacer esto dos veces al día durante un minuto tonificará y remodelará los músculos abdominales.